Se llama así a la situación por la cual una persona o grupo ejercen sobre otra violencia psicológica en el ámbito laboral. El trabajador recibe violencia psicológica por parte de sus superiores o compañeros de trabajo, es recurrente y sistémica durante un tiempo prolongado de tiempo, y en los casos más graves se llegan a producir agresiones físicas.
El objetivo es cansar al trabajador, agotarlo psíquicamente, para que renuncie a tu puesto o firme acuerdos desventajosos para su persona. Puede manifestarse a través de aislamiento físico, hostigamiento, tareas humillantes, no otorgarle tareas o herramientas indispensables, impedir o limitar el uso de sanitarios, cambios constantes e inexplicables de tareas, condiciones de trabajo incomodas o antinaturales, inspecciones sorpresivas y abusivas de pertenencias personales, entre otras.
Ante esta situación, el trabajador puede intimar por Telegrama Laboral para que cesen las actitudes hostigadores hacia la persona y en caso de no cesar, se puede considerar despedido con derecho a indemnización por despido, más reparación por el daño moral sufrido.